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Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) constituyen una problemática que afecta a gran parte de la población adolescente y joven, aunque no de manera exclusiva, y se caracterizan por ser una patología de etiología multicausal, es decir, resultante de una compleja interacción de factores biológicos, genéticos, psicológicos y socio -culturales.
Los TCA son una conducta muy habitual, pero poco tratada como se debería. En esta patología conviven pensamientos, creencias, actitudes, etc con una alimentación no adecuada.
Así pues, es necesaria una ayuda psicológica y dietética para su tratamiento.
En Cabanas Nutrition nos aseguramos de que así sea trabajando de forma multidisciplinar el nutricionista especialista en esta área junto con la psicóloga experta en TCA.
De esta forma el tratamiento es mucho más completo.
Este trabajo en equipo hace que el proceso y los resultados sean más efectivos y beneficiosos.
El término Trastornos Alimentarios se refiere en general a trastornos psicológicos que comportan anomalías graves en el comportamiento de la ingesta. Comprenden actualmente tres categorías diagnósticas: la Anorexia Nerviosa (AN), la Bulimia Nerviosa (BN) y los Trastornos de la Conducta Alimentaria No Especificados.
La Anorexia nerviosa es un trastorno del comportamiento alimentario que tiene tres características básicas. Primero, la restricción de la ingesta de alimentos en relación a sus necesidades, hecho que conduce a un peso significativamente bajo (inferior al mínimo normal) por su edad, sexo y desarrollo físico. Segundo, un miedo intenso a ganar peso o a engordar, o comportamientos para evitar el aumento de peso. Tercero, una alteración en la percepción del propio peso o constitución, o una falta persistente de reconocimiento de la gravedad del bajo peso corporal. Existen dos subtipos de anorexia, la de tipo restrictivo, donde la pérdida de peso se explica básicamente por la dieta, ayuno y/o ejercicio excesivo; o con atracones/purgas, donde la persona presenta este tipo de conductas.
Se trata de una alteración de la conducta alimentaria que afecta mucho más a mujeres jóvenes que a hombres, aunque cada vez está aumentado la proporción masculina. La mayoría de los casos inician durante la adolescencia y la edad de mayor incidencia es de los 15 a los 19 años.
El tratamiento de la AN persigue dos objetivos. En primer lugar, debemos recuperar el peso, regularizar la ingesta y eliminar el estado de desnutrición. Una vez estabilizado el estado físico, iniciaremos la intervención cognitiva y conductual para trabajar los pensamientos y creencias relacionadas con el peso. Las recaídas en este tipo de trastorno son muy frecuentes y son parte del proceso de recuperación, por lo que es muy importante planificar con el/la paciente cómo actuar ante una recaída. En población infantojuvenil es especialmente importante la implicación de la familia en el proceso de recuperación.
La Bulimia Nerviosa, por su parte, se caracteriza por la necesidad incontrolable de comer cantidades de comida más allá de lo normal y generalmente de alto valor calórico. Durante esta ingestión la persona por lo general parece perder el control y se sigue de un sentimiento de culpa por lo que la reacción inmediata es buscar diferentes métodos de purga. Por ejemplo, el vómito o bien recurrir a otros mecanismos no purgativos como el ayuno, abuso de laxantes, diuréticos u otros fármacos o abuso de ejercitación.
La persona se autoevalúa en base a su constitución y a su peso corporal lo que muchas veces implica una percepción distorsionada de la realidad de su autoimagen que influye negativamente en su autoestima.
El tratamiento de la BN persigue dos objetivos. En primer lugar, introducir un patrón de ingesta regular, reducir la frecuencia de atracones y eliminar las conductas compensatorias. Para ello, se programan conductas incompatibles con atracarse, se controlan los estímulos que inducen al atracón y se programan actividades distractoras después de cada comida. En la segunda fase, buscaremos eliminar la dieta, introduciremos paulatinamente los alimentos “prohibidos” e intentaremos reformular los pensamientos desadaptados.
Por otro lado, recientemente también se ha definido la ortorexia, la cual se caracteriza por una obsesión psicológica y una fijación malsana por los alimentos saludables. Esto puede llegar a suponer una dieta en la que falten algunos nutrientes importantes, debido a dicha restricción hasta llegar a un estado de desnutrición.
BIBLIOGRAFÍA